Benjamín Expósito, secretario de un Juzgado de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de retirarse y decide escribir una novela basada en un caso que lo conmovió treinta años antes, del cual fue testigo y protagonista. Su obsesión con el brutal asesinato ocurrido en 1975 lo lleva a revivir aquellos años, trayendo al presente no sólo la violencia del crimen y de su perpetrador, sino también una profunda historia de amor con su compañera de trabajo, a quien ha deseado y amado fervorosamente y en silencio durante años. La novela que escribe Expósito nos hace recorrer los años 70, cuando en Argentina se vivían épocas turbulentas, el aire estaba enrarecido y nada era necesariamente lo que parecía ser.
Banda sonora:
El pianista y compositor Federico Jusid pone la banda sonora a esta historia impregnada de intriga, romanticismo y sobre todo tristeza.
Destaca su tema principal, interpretado al piano, o la variante de éste en La confesión.
En cuanto a aflicción, el que destaca es el dedicado a Liliana, la muchacha violada y asesinada que desencadenará la trama principal, narrada en dos tiempos. Jusid acompaña las notas de su piano con instrumentos de cuerda que acentúan los sentimientos de dolor y pérdida.
Hay recordar la secuencia que tiene lugar en un estadio de fútbol, con los primeros compases imponentes y ceremoniosos de Cancha Gradio, para acercarse hasta las gradas y continuar con una persecución.
Banda sonora:
El pianista y compositor Federico Jusid pone la banda sonora a esta historia impregnada de intriga, romanticismo y sobre todo tristeza.
Destaca su tema principal, interpretado al piano, o la variante de éste en La confesión.
En cuanto a aflicción, el que destaca es el dedicado a Liliana, la muchacha violada y asesinada que desencadenará la trama principal, narrada en dos tiempos. Jusid acompaña las notas de su piano con instrumentos de cuerda que acentúan los sentimientos de dolor y pérdida.
Hay recordar la secuencia que tiene lugar en un estadio de fútbol, con los primeros compases imponentes y ceremoniosos de Cancha Gradio, para acercarse hasta las gradas y continuar con una persecución.
1 comentario:
Bien, música de piano que destaca la melancolía, efectivamente
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